Acabo de terminar de leer “El imposible capitalismo verde” de Daniel Tanuro. Me ha superado un poco, quiero decir, no se me ha hecho fácil de entender, pero la idea que quiere transmitirnos casi podríamos resumirla en unas pocas palabras, no suyas, sino de Pavan Sukhdev. A este señor, economista y banquero del Deutsche Bank, Naciones Unidas le nombró director de un estudio sobre la reorientación de la economía mundial hacia un “modelo” verde y es entonces, en el año 2008, cuando nos hace estas reveladoras y por otro lado, previsibles declaraciones: “El modelo actual ha llegado al borde de sus límites tanto en la mejora de las condiciones de vida que es capaz de ofrecer a los más pobres como con la huella ecológica que podemos imponer al planeta, pero mis clientes sólo invierten con promesas de beneficios, y eso no va a cambiar.”
Más claro, el agua de la piscina. Si los informes del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático ( que Tanuro insiste en llamar vuelco climático para hacernos ver la gravedad del mismo) instaurado por las Naciones Unidas nos dice que el calentamiento del planeta en sólo 2 grados puede traer gravísimas consecuencias ( inundaciones, desastres naturales, malaria…) y la FAO confirma que en cerca de 40 países en vías de desarrollo se puede incrementar en forma dramática el número de víctimas del hambre y por otro lado las grandes empresas energéticas parecen continuar eligiendo la opción que más beneficios les procura ( ahora , tirando de las reservas fósiles pero ya lo están intentando con los agrocarburantes, reduciendo así la superficie para cultivo de alimentos indispensables); la única solución que cabe es que los gobiernos de forma global asuman el papel protagonista para aumentar la eficiencia energética y pasar completamente a las energías renovables, independientemente de los costes. ¿Otra utopía?
Más claro, el agua de la piscina. Si los informes del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático ( que Tanuro insiste en llamar vuelco climático para hacernos ver la gravedad del mismo) instaurado por las Naciones Unidas nos dice que el calentamiento del planeta en sólo 2 grados puede traer gravísimas consecuencias ( inundaciones, desastres naturales, malaria…) y la FAO confirma que en cerca de 40 países en vías de desarrollo se puede incrementar en forma dramática el número de víctimas del hambre y por otro lado las grandes empresas energéticas parecen continuar eligiendo la opción que más beneficios les procura ( ahora , tirando de las reservas fósiles pero ya lo están intentando con los agrocarburantes, reduciendo así la superficie para cultivo de alimentos indispensables); la única solución que cabe es que los gobiernos de forma global asuman el papel protagonista para aumentar la eficiencia energética y pasar completamente a las energías renovables, independientemente de los costes. ¿Otra utopía?
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