Hoy era casi obligatorio referirme a ella.Porque en 30 años es la tercera mujer que recoge el Premio Cervantes y eso significa que el suyo, vale más que cualquiera que haya recogido un hombre. Y no me sean susceptibles, no digo que los hombres que lo han recibido sean peores escritores, digo que ella ha tenido que luchar, seguro, seguro, contra más obstáculos que ellos para conseguirlo.
Tengo que reconocer que cuando intenté leer su libro más celebrado "Olvidado Rey Gudú", fuí incapaz. Fué hace mucho tiempo y no recuerdo exactamente qué es lo que me lo impidió pero ayer sus palabras me animaron a intentar leer algo otra vez. Puede que pruebe con su último libro, su primera frase promete: "Nací cuando mis padres ya no se querían"
Me produjo una ternura inmensa verla en su anciana pequeñez, sentada en la silla de ruedas, con los ojos mojados,a punto de quebrarse. Aunque confiesa, nada más empezar que preferiría escribir tres novelas y veinticinco cuentos seguidos antes que un discurso, a mí, el suyo, me ha emocionado: ".....si en algún momento tropiezan con una historia, o con alguna de las criaturas que trasmiten mis libros, creánselas, por favor. Créanselas porque me las he inventado."
Que bueno el artículo y que buena Ana María... Yo tampoco he terminado Olvidado Rey Gudú pero si otras obras de ella... y si, ya era hora de que le dieran el Cervantes a otra mujer...
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