martes, 23 de noviembre de 2010

20 N

Tengo el dudoso honor de haber nacido en uno de los pueblos más fascistas de España que ostentó además en cierta época el también dudoso honor de ser el único pueblo que contaba entre sus concejales con un miembro de la Falange. Aprovechando esta desviación mental vecinal y, sobre todo, que disponemos de un enorme y precioso monumento en memoria a Carrero Blanco que (oh, coincidencias!) nació también en este pueblo, los descerebrados de la Falange solían acercarse por allí a celebrar el 20 N.
Lo cierto es que no es un pueblo en el que apetezca demasiado estar en invierno, por eso, hace mucho que no coincide que en esas fechas esté yo por allí. Amigos de este partido, he comprobado que efectivamente sigue habiendo, pero de lo que no tengo certeza es de si siguen acercándose a mi pueblo a celebrar este doloroso acontecimiento.

Pero no os pongáis tristes, porque puedo contaros lo que vi con mis propios ojos hace unos 15 años. Unos amigos, mi novio y moi, decidimos un día acercarnos al monumento exclusivamente a ver como se desarrollaba esta bonita celebración. Se trataba ni más ni menos que de una experiencia antropológica, de ir a observar como se comportaban en su hábitat estos especímenes, queríamos comprobar con nuestros propios ojos que efectivamente existían y qué modos de comunicación adoptaban.
No eran más de 30 los que se reunieron alrededor de la estatua. Creo recordar unas cuantas señoras de esas muy puestas, muy teñidas y con mucha joya, algún ejemplar vestido con telas de camuflaje, varios bigotes estilo Mussolini, (quien dice Mussolini, dice Hitler, quien dice Hitler, dice Franco..), bastantes manos en alto y unas cuantas banderitas, grandes. No queríamos acercarnos demasiado porque no sabíamos como iban a reaccionar ante ejemplares que claramente no pertenecían a su especie, pero nuestra curiosidad se hizo fuerte cuando escuchamos que iban a recitar unas poesías de Blas Piñar y nos acercamos con prudencia para poder disfrutar de sus versos. Os aseguro que todos quedamos impresionados. He tratado de buscar algo por Internet pero se ve que el poeta las está recopilando para hacer una publicación cuando se muera (porque sí, todavía vive)
Como comprenderéis ha pasado demasiado tiempo para recordar exactamente sus palabras pero para que os hagáis una idea, voy a intentar emular al maestro y poneros un ejemplo aproximado de su excelsa poesía

Si te gusta la roja y amarilla
No te vengas, tonto, en zapatillas
Tráete botas de militar
Para luchar al lado de Blas Piñar

Y no sigo que me da la risa…

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