jueves, 17 de marzo de 2011

Puta casualidad

Escribo en caliente. No me responsabilizo de lo que salga.

Una vez se presentó un señor inmigrante en el Ayuntamiento indignado. Quería solicitar un certificado, un informe, lo que fuera, donde se aclarara que ellos tenían derecho exactamente a las mismas ayudas que cualquier otro ciudadano y no más. Estaba harto de tener que soportar los comentarios de la gente que, sobre todo en época de crisis, les acusan de tener privilegios, de conseguir ayudas antes que nadie, de conseguir pisos antes que nadie, etc.
Hoy, en el gimnasio he tenido que morderme la lengua para no insultar, para no enfrentarme a dos pavas que hablaban exactamente en los mismos términos. Al parecer y según sus palabras habían pillado a una “morena” rebuscando en las taquillas por si quedaban euros olvidados ( Fijate, qué tragedia!!!) Que si es una vergüenza; que si no les deberían dejar apuntarse ; que si hay que prevenir antes de lamentar ; que si, claro, como es municipal y barato, se apuntan ; y que claro, como tienen todo el día libre; que si algunos se duermen en la biblioteca; que si conocen un caso de una pareja que le dieron a ella que era colombiana el piso antes que a él, que era de Bilbao, bueno no, navarro (¿eso es más o es menos?); que si las cosas se pagan con nuestros impuestos y así…..
Queridas burguesitas:
Ójala la puta casualidad, que es lo único que hace que una persona nazca en un sitio u otro, y que salga de un color más negro o más claro (Repito, la puta casualidad. No es que tengáis un derecho adquirido, que este privilegio de nacer en un país del primer mundo se compre, se herede o se consiga por méritos propios), os hubiera hecho nacer en un país como el Congo, en guerra durante décadas y hubierais tenido que escapar de ella atravesando todo África para llegar a nuestra frontera .
Ójala la puta casualidad os hiciera convertiros en inmigrantes mujeres negras en un país en crisis como España y tuvierais que salir a las calles a pedir trabajo porque por fin, despues de años en España, de presentar miles de papeles en las oficinas municipales, consulares y estatales, y de que os traten a veces como basura, habeís conseguido un permiso de trabajo. Os adelanto ya de lo que ibais a trabajar, putas.
Ójala la puta casualidad os hiciera llegar a tener que dormir en un albergue y que os echaran a las calles a las ocho de la mañana y efectivamente, no se permitiera la entrada a unas putas negras al gimnasio, no vaya a ser que roben.
Ójala la puta casualidad hiciera que ni siquiera tuvierais una plaza en el albergue y que un segurata de malas formas os echara de la biblioteca porque os habéis quedado dormidas.

Yo no estoy ciega. Evidentemente, la pura lógica (en este caso, no es la puta casualidad) me dice que hay más posibilidades de que robe en una taquilla o que se quede dormido en una biblioteca un inmigrante que un paisano, o lo que es lo mismo, un pobre que una burguesita. No me imagino a un Mario Conde o a un Jaume Matas buscando moneditas en las taquillas o robando una cartera. Eso no sería elegante.
Y la pura lógica me dice que habrá más inmigrantes que accedan a ayudas que burguesitas, por la simple razón que son, como regla general, más pobres que nosotras.
Y además la pura lógica me dice que, igual que muchos vasquitos y vasquitas se acomodan y dejan que quienes pagamos impuestos les solucionemos la vida pagandoles una renta básica, también habrá inmigrantes que lo hagan.
Pero la solución es sencilla. Si les tienen envidia, si creen que viven mejor y si quieren conseguir una vivienda de protección oficial, lo tienen fácil, dejen sus trabajos, sus ropas de marca, donen su casa si la tienen, soliciten la renta básica, apúntense al gimnasio, y a vivir!!!!

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