miércoles, 26 de enero de 2011

Aclaraciones sobre el funcionariado

Tengo una noticia buena y una mala. La buena es que varios de los comportamientos que enumeré el otro día se concentran en las mismas personas, es decir, que en mi opinión y por mi experiencia, esos comportamientos no son la normalidad, lo que practica la mayoría, al menos en nuestra ciudad. Concretando, en mi oficina, de 20 personas más o menos trabajando, sólo contamos con la estimable colaboración de dos lacras, el resto es gente que trabaja mucho e incluso, apasionada con su trabajo, si es que se puede entender la pasión dentro de una estructura tan burocrática y jerarquizada.

La noticia mala es que, cuando nos topamos con una de las lacras que hacen que el funcionariado tenga la fama que tiene, nadie puede o quiere hacer nada para remediarlo. Debo deciros que ninguna de las personas que han cometido los, para mí, delitos que enumero, está en la cárcel y que, aunque tengo a alguna de ellas perdida, apostaría a que siguen trabajando, a que "están entre nosotros".

Cuando una de esas lacras coincide a tu lado y te toca comerte sus bajas, sus citas médicas, sus cafés, etc. y además observas que su comportamiento no tiene ninguna consecuencia, surge un grave conflicto en tu interior ( y en tu exterior). Normalmente tienes dos opciones: una, hacer una reconversión, es decir, convertirte en otra lacra más, pasarte al otro bando e intentar vivir con una total falta de escrúpulos, y otra, tragarte toda la bilis que puedas y seguir manteniendo tu actitud consecuente con lo que eres o quieres. Esta última opción tiene dos consecuencias clarísimas:
  1. Es más que probable que no puedas tragarte toda la bilis y acabes vomitándola sobre una compañera que no tiene culpa de nada o sobre un usuario/a que no sabe de qué va la cosa y se encuentra con una funcionaria "típica", o sea, con cara de pocos amigos.
  2. Sabiendo que tu profesionalidad no va a tener ninguna consecuencia para bien, es decir, nadie te va a felicitar y no existe ninguna, repito, ninguna posibilidad de que tu trabajo sea recompensado con una mejora en tu situación o en tu sueldo, cuando llegas a casa y te miras al espejo, piensas en los cafés, el macramé y el verano de tu compañera lacra, y se te queda cara de ímbecil.

Noticia de última hora: la señorita del macramé, de los auriculares, de la baja de tres meses por luxación de muñeca y que dijo que iba a trabajar un 5% menos por la bajada de nuestros sueldos ( jaaaa, no es posible que lo dijera....), no ha venido hoy a trabajar. Ha llamado su marido.Motivo: se ha quedado en la cama. No se aclara si es una gripe, un dolor de cabeza o una luxación. Tiempo estimado de vuelta a su puesto: indeterminado.

Próximo post: "Posibles soluciones talibanas para acabar con las lacras"


2 comentarios:

  1. Si mis conocimientos de matemáticas no me fallan, el 5 % de 0 es 0, o sea que va a trabajar lo mismo. Que tonta!!

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  2. Tengo una de esas en la mesa de al lado, y es verdad que a veces te dan ganas de hacer lo que ella hace: venir a las 10,30 h. sin justificar dónde ha estado, chatear sin parar durante toda la mañana, llamar a medio país por el teléfono de la oficina, etc... pero una es como és y no puede tener tanto morro, para hacer todo eso hay que valer, porque lo que no haces tú lo tienen que hacer tus compañeros y a mi se me caería la cara de verguenza, así que... le saludo amablemente caundo llega a las 10,30 h. y sigo con mi curro, sintiendome un poco idiota pero teniendo la conciencia tranquila...

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