Me encanta ver los viernes a los musulmanes africanos yendo a la mezquita, bajando por mi calle en grupos de dos, tres, con sus rosarios en la mano y sus túnicas blancas o azules contrastando con sus pieles negras. Pero en estos días, no sé si toda la gente en Bilbao se percató o si al menos lo hicieron los de mi barrio, se notaba, las túnicas estaban más blancas, más planchadas, más limpias que nunca. Y es que los senegaleses están de fiesta. Acaba de llegar a Bilbao el Marabout Mame Mor Mbacke, líder espiritual de los musulmanes senegaleses de la rama mouridista. Casi nada. Celebraron el gran acontecimiento con diversos actos e intervenciones en el polideportivo de la Peña pero el momento que todos (unos 500 hombres y 20 mujeres) estaban esperando era la llegada del Marabout al recinto. Yo me esperaba cánticos, vítores o algún rito extraño pero su bienvenida fue muy discreta, casi imperceptible salvo por los cientos de móviles que aparecieron para captar la imagen de su líder. Luego Mame Mor Mbacke se dedicó a dar audiencia a los diferentes grupos representativos de Bilbao. Yo, con un pañuelo que había tenido la precaución de coger en casa para taparme la cabeza, me uní casi con vergüenza a las bellísimas y elegantes africanas y fuimos recibidas por el líder. Fue emocionante para mí aunque no me he notado ni más espiritual ni más humana por recibir su bendición. Supongo que es cuestión de fe.
Me has dejado un poco flipado con este post.
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