Platini

Para fundamentar mi posición contraria a que los muchachos de la selección española recibieran el Premio Príncipe de Asturias por muchas y diferentes razones que otro día puede que desarrolle, me he dedicado a investigar por internet la relación entre fútbol y prostitución. Los ejemplos que aparecen son evidentemente numerosos, desde el último paseo de los españoles por Buenos Aires al reciente escándalo que ha salpicado a los jugadores franceses Franck Ribéry y Sidney Govou con una menor por medio, o a las fiestas escandalosas que al parecer organizaban jugadores brasileños y que incluían droga y prostitución. Con independencia de lo que pueda haber detrás (ya entiendo que todo lo que dice la prensa no es cierto ni demostrable) creo que la relación que une ambas profesiones (que une dinero y sexo) es evidente, y se haya ya incorporada a nuestras mentes prejuiciosas.
Sin embargo partía de una idea errónea. Daba por hecho que hacer uso de prostitutas, aún sabiendo que es una actividad ampliamente practicada, era considerado, al menos en el ámbito de lo políticamente correcto, como una conducta a evitar. Pero esto no es así si atendemos a las, para mí, escandalosas declaraciones que Platini desde su flamante cargo de presidente de la UEFA ha hecho:
“En mis tiempos había más periodistas que jugadores que se iban de putas (sic)", y agrega "hay franceses que a veces descontrolan, pero son jóvenes". Ah, que la prostitución entre jóvenes está guay. Pues lo siento pero yo no puedo imaginar algo menos deseable para mi hijo o mi hija, que en unos años en vez de optar por relaciones sexuales sanas, consentidas, con ciertos grados de cariño y respeto con las personas implicadas, opten por utilizar la prostitución como método para liberarse de sus tensiones sexuales.

“Que un tío se tire a una puta que era menor (sic), y sin saberlo, creo, es asunto suyo. El problema es con su mujer” De nuevo vuelve a hacerse evidente la opinión que este vergonzoso representante tiene sobre la prostitución. Irse de putas no es condenable, salvo que tu mujer no esté de acuerdo, claro. Y no sé por qué, no lo sé pero intuyo que no sólo no le parece condenable, casi puedo imaginarme a éste hombre o al menos a gente de su círculo alardeando de sus “conquistas” a cambio de dinero.

Por último asegura que hay "buenos ejemplos" en los que fijarse, como el barcelonista Messi y el madridista Ronaldo. Perdón, ¿no es éste el mismo Ronaldo al que dejó su novia y que perdió su contrato con Nike por un escándalo con tres travestis prostitutos? Gran ejemplo, una vez más.

Sé que aparte de la dolorosa prostitución de” bajos fondos” existen simples acuerdos comerciales donde ambas partes acuerdan libre y respetuosamente intercambiar sus mercancías (dinero y sexo) y por eso no me atrevo a juzgarlo, ni a condenarlo. Sin embargo, no sé por qué, algo percibo de negativo, de nocivo en toda esta historia que hace que desee que mis hijos en un futuro no tengan que verse ni a un lado ni al otro de la transacción. ¿Qué querrá Platini para los suyos si los tiene?