viernes, 22 de octubre de 2010

Análisis muy básico de señoras musulmanas

Estoy en un Congreso escuchando las ideas y opiniones de mujeres feministas musulmanas de todo el mundo (Sudáfrica, Indonesia, Francia, Egipto….) y de momento lo que más se escucha son críticas hacia el mundo europeo o en general, hacia el mundo no musulmán. Se sienten acorraladas, víctimas de una islamofobia que nace en el atentado de las Torres gemelas y se extiende imparable desde entonces. Yo debo de decir que en mi papel de trabajadora de una entidad pública debo escuchar, asimilar y sobre todo tratar de compatibilizar todas las visiones, criterios y necesidades que existen en la sociedad, pero si me preguntan por mi actitud personal hacia el Islam, me declaro claramente “ islamófoba” igual que me declaro “cristianófoba”, por supuesto, ambos entendidos como hostilidad hacia la religión y su "aparato logístico"y no hacia sus creyentes.

Una de las ponentes ha defendido vehementemente ( y por cierto ha sido la más aplaudida), su derecho a ser musulmana y a la vez feminista. Ha manifestado estar harta de que los no musulmanes y en especial las feministas le pregunten sobre la posible incompatibilidad de ambas posiciones. Lo ha negado rotundamente sin entrar en demasiadas profundidades y es que entiendo yo que esa posición sólo puede ser entendida con un exclusivo objetivo: cambiar las estructuras de la propia religión y curiosamente de eso, no he escuchado nada de nada.

Puedo entender que grupos claramente rechazados o al menos apartados por las religiones predominantes como mujeres y homosexuales puedan querer formar parte de una organización machista y homófona pero exclusivamente si su interés es ser aceptados, si su lucha es conseguir una Iglesia o un Islam igualitario pero lo que no entiendo es que habiendo la opción de no formar parte de una organización que te machaca te empeñes en pertenecer a ella. Es como si yo me voy a un restaurante vegetariano y me empeño en pedir un chuletón, lo entiendo, puedes hacerlo, incluso, si no te echan, quedarte ahí sentado en señal de protesta para que eso cambie pero yo me pregunto si no sería mas fácil irte al restaurante de al lado o incluso quedarte sin comer. Lo sé, Islam solo hay uno, no hay posibilidad de elegir entre varios y todo el mundo tiene derecho a creer en Alá, en Dios, incluso en el ratoncito Pérez, pero entonces, si te declaras feminista musulmana centra tus críticas primero en tu propia organización o al menos ,contempla, manifiesta y visibiliza que esa situación injusta existe y no te dediques a criticar las posiciones exteriores que piden unas explicaciones de algo que efectivamente suena contradictorio.

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